Uno
de los modelos fundamentales que se utilizan desde el coaching ontológico para
realizar intervenciones en pos de mejorar los resultados, sean estos
profesionales o personales, es el Modelo O.S.A.R. (El Observador, el Sistema,
la Acción y los Resultados) desarrollado por Rafael Echeverría.
Este modelo nos permite visualizar el proceso que
se lleva a cabo en cualquier plano de la vida para generar resultados. Los
resultados que obtenemos son producidos por acciones realizadas por un
observador particular. Desde el Coaching llamamos “Observador” al Ser que
estamos siendo, con nuestras interpretaciones, emociones, nuestra historia
personal, etc.
Quien evalúa la efectividad de los resultados es
el observador. Si los resultados alcanzados son satisfactorios el proceso
termina, sino podrían introducirse nuevas acciones y lograr el objetivo. Sin
embargo hay situaciones en la que ya probamos distintas acciones y los
resultados siguen siendo insatisfactorios. Es allí cuando una persona u
organización puede recurrir a un coach.
El
coach trabaja en la brecha entre el resultado obtenido y el resultado que se
quiere lograr. Es decir el coach asistirá al observador para mostrarle aquello
que no puede ver, y ahí surge la posibilidad de que el observador cambie de
posición y también se abra un reportorio de nuevas acciones.
- El trabajo del coach apunta a facilitar un cambio en el tipo de observador que está siendo la persona.
- Trabaja desbloqueando o disolviendo interpretaciones y emociones que están limitando el potencial de la persona para producir los resultados deseados.
- Todo esto requiere un proceso de aprendizaje en la persona. Por eso decimos que el coach es un facilitador del aprendizaje.
Existen
diferentes niveles de aprendizaje:
–
APRENDIZAJE EN LA CAPACIDAD DE ACCIÓN: también
llamado Aprendizaje de 1° Orden. Se da cuando aprendemos a realizar nuevas
acciones y eso nos permite generar nuevos resultados,
– APRENDIZAJE EN LA MANERA DE
OBSERVAR: también
llamado aprendizaje de 2° Orden. Se da cuando cambiamos algunos pensamientos o
juicios limitantes sobre nosotros mismos, sobre otras personas o sobre alguna
situación y eso amplía nuestras posibilidades de acción.
– APRENDIZAJE TRANSFORMACIONAL: cuando
tocamos el núcleo del observador que somos. Se da cuando transformamos
creencias y supuestos profundamente arraigados y que forman parte de nuestra
manera habitual de ser y estar en el mundo.
Generalmente
salimos de este aprendizaje con la sensación de que nuestro Ser se transformó.
El Coaching Ontológico apunta a este tipo de aprendizaje.
Todo este proceso a su vez ocurre dentro de un
sistema particular que también habrá que tener en cuenta.
Escuela Internacional de Coaching
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