Las pequeñas metas nos sacan del
espacio de lo imposible y nos mueven de la postura de víctima (esa que nada
puede hacer frente a circunstancias externas que escapan a su control). Suprimen
esa frustrante sensación de impotencia que se resume en la frase “no puedo”.
Las pequeñas metas sosiegan nuestro crítico interior, esa voz que aparece de
repente dentro de nosotros.
Si tienes claro lo que quieres
lograr y has realizado una y otra vez acercarte a ello sin resultados, quizá
puedas probar segmentar ese gran objetivo en pequeñas metas que sean más
alcanzables y empezar a ponerte en movimiento. El solo hecho de empezar a
acercarte te generará motivación, especialmente si te cuidas del crítico
interior que puede intentar convencerte de que vas demasiado lento. Es
preferible ir despacio que estar estancado, y esto es válido para cualquier
cosa que te propongas en la vida. Soñar en grande y empezar por lo pequeño.
Allí está el secreto.
Te dejo las siguientes preguntas… quizás alguna resuene
con una meta que quieres lograr, haz el ejercicio de fragmentar cada una de
estas metas, en metas más pequeñas. Hazlo y te sorprenderás con los resultados.
¿Quieres iniciar un proyecto personal?
¿Quieres iniciar un nuevo Negocio?
¿Quieres crear un Estilo de Vida diferente al que tienes ahora?
¿Quieres salir de tu zona de comodidad y pasar a la acción?
¿Quieres Descubrir tus Talentos y aprender a utilizarlos?
¿Quieres ser un especialista en tu área y ser valorado por ello?
¿Quieres atraer más prosperidad a tu vida?
¿Quieres vivir de lo que te apasiona?
Escuela Internacional de Coaching